El Reino Unido ha anunciado que reconocerá oficialmente a Palestina en septiembre, a menos que el gobierno israelí tome una serie de medidas para aliviar la crisis humanitaria en Gaza y avanzar hacia una solución de dos Estados.
El anuncio fue realizado por el socialista primer ministro británico Keir Starmer, quien está bajo fuerte presión política interna.
Starmer condicionó el reconocimiento a que Israel acuerde un alto el fuego, permita la reanudación de la ayuda humanitaria por parte de las Naciones Unidas y se comprometa a una paz sostenible que mantenga viva la posibilidad de una solución de dos Estados. También dejó claro que no debe haber anexiones en Cisjordania.
El primer ministro aseguró que su gobierno evaluará en septiembre si las partes han cumplido con estas condiciones antes de tomar la decisión final durante la Asamblea General de la ONU.
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Israel rechazó de inmediato la declaración británica. El Ministerio de Asuntos Exteriores israelí afirmó que el cambio de postura del Reino Unido representa »una recompensa para Hamás» y perjudica los esfuerzos para lograr un alto el fuego y liberar a los rehenes israelíes.
El gobierno del primer ministro israelí Benjamin Netanyahu, que se opone a la solución de dos Estados, considera que el reconocimiento palestino en este contexto legitima al grupo terrorista que cometió los ataques el 7 de octubre de 2023.
Starmer también exigió que Hamás libere a todos los rehenes, se desarme y no tenga ningún rol en un futuro gobierno palestino en Gaza. A pesar de las condiciones establecidas, enfatizó que el derecho del pueblo palestino a tener su propio Estado es »inalienable».
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El anuncio británico se produce poco después de que el presidente francés Emmanuel Macron declarara que Francia reconocerá un »Estado palestino», convirtiéndose en el primer país del G7 en dar este paso. Macron justificó la decisión por la urgencia de poner fin a la guerra en Gaza y facilitar la ayuda humanitaria. Su iniciativa ha creado un impulso diplomático en Europa, al que también se han sumado Malta y Canadá.
El primer ministro socialista canadiense, Mark Carney, comunicó que Canadá también reconocerá a Palestina en septiembre, pero subrayó que su decisión depende de reformas significativas por parte de la Autoridad Palestina (AP), incluida la celebración de elecciones en 2026 en las que Hamás no podrá participar, y la desmilitarización del futuro Estado palestino.
Carney reiteró el apoyo incondicional de Canadá al derecho de Israel a existir con seguridad, pero señaló que la paz duradera también exige un Estado palestino viable.
Las reacciones no se hicieron esperar. Israel también rechazó la postura canadiense, calificándola de perjudicial para los esfuerzos de alto el fuego. En un tono aún más duro, el alcalde de Hampstead, Quebec, Jeremy Levi, acusó a Carney de recompensar el terror con un Estado y afirmó que Israel tendría derecho a anexar Gaza si Canadá procede con el reconocimiento.
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Por su parte, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha expresado su oposición al reconocimiento de Palestina. Aunque no criticó directamente a Starmer tras una reunión reciente en Escocia, advirtió que una acción como esa sería vista como una recompensa para Hamás.
Trump aclaró que no fue informado por Starmer de sus planes durante el encuentro. Más tarde, el presidente estadounidense reafirmó su postura al declarar que su prioridad es alimentar a los civiles en Gaza, pero no otorgar legitimidad a Hamás.
Trump también cuestionó las afirmaciones del primer ministro Netanyahu de que no hay hambruna en Gaza, afirmando que las imágenes muestran claramente a niños desnutridos y que Estados Unidos incrementará los envíos de alimentos.
Durante el fin de semana, Israel comenzó a permitir lanzamientos aéreos de ayuda humanitaria en Gaza y anunció la apertura de rutas seguras para la distribución de suministros.
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