El ex primer ministro canadiense, Justin Trudeau, gastó al menos 170.000 dólares del dinero de los contribuyentes para traer de vuelta a Canadá a mujeres que habían viajado a Siria para unirse a las filas del Estado Islámico (en inglés, ISIS), según revelan nuevos documentos gubernamentales desclasificados.
En total, fueron ocho las mujeres que fueron repatriadas por decisión del gobierno socialista de Trudeau, las cuales habían viajado a Medio Oriente para unirse a la organización terrorista y se vieron detenidas en campamentos luego de que el ISIS fuera derrotado en Siria en 2021.
La cancillería canadiense decidió que recibieran una repatriación de lujo. Las terroristas viajaron en clase ejecutiva y fueron alojadas en el Montreal Airport Marriott, un hotel cuyo costo es de 300 dólares la noche. Además, se reporta que estas mujeres acumularon exorbitantes gastos en los bares del hotel a costa de los contribuyentes.
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Las terroristas acumularon gastos por más de 3000 dólares en el hotel.
Así, en una de las habitaciones de hotel, los gastos superaron los mil dólares por noche, después de que las mujeres acumularan una cuenta de 95 dólares solo en el bar. Otra habitación totalizó un gasto de 850 dólares debido a cargos por comida chatarra y vinos.
Los contribuyentes también pagaron una factura de casi 3000 dólares en servicios de catering que incluía sándwiches, bocadillos y medicamentos de venta libre en la tienda de regalos del hotel.
Según los documentos de la misión diplomática canadiense, las simpatizantes de terroristas habían elegido unirse al ISIS mientras vivían en las provincias de Columbia Británica, Alberta, Ontario y Quebec. Sus repatriaciones comenzaron en octubre del 2022 y costaron cientos de miles de dólares.
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Indignación por parte de las familias de víctimas del terrorismo.
Una de las repatriadas está acusada de delitos de terrorismo por haberse unido a un batallón que entrenaba a mujeres para luchar y está a la espera de su juicio. Otra ya se declaró culpable en julio de participar en operaciones del ISIS y fue condenada a solo un día de prisión.
En abril de 2023, el gobierno canadiense pagó el regreso de cuatro mujeres y sus 10 hijos, incluyendo el de Aimee Vasconez, una mujer canadiense que se convirtió al Islam y viajó a Siria con su esposo combatiente de ISIS, quien murió en batalla. Las autoridades afirman que Vasconez se volvió a casar con otro yihadista y se unió a un batallón donde recibió entrenamiento militar.
Ammara Amjad, una residente de Ontario, también formó parte de esa segunda ola de repatriadas y actualmente enfrenta un juicio por cargos de terrorismo. Se estima que el costo de esta segunda ola de regresos fue de aproximadamente 132.000 dólares debido a «costos de hotel más altos de lo esperado».
Un grupo de familias canadienses que perdieron seres queridos en los atentados del 11 de septiembre de 2001 manifestaron su indignación al conocer esta información. Señalaron que muchas familias han pagado de su propio bolsillo el viaje a las audiencias de los juicios contra los terroristas que mataron a sus seres queridos, mientras el gobierno de Trudeau financiaba la repatriación de las esposas de estos mismos yihadistas.