El mercado porcino atraviesa un escenario de fuerte presión por el ingreso masivo de carne importada, principalmente de Brasil. De acuerdo con el último informe del analista Juan Uccelli, entre enero y agosto de 2025 se importaron 35.000 toneladas, con un pico en abril de 6.256 toneladas. La cifra marca un salto del 525% interanual, ya que en igual período de 2024 habían ingresado apenas 5.635 toneladas.
El año pasado, las compras externas habían totalizado unas 19.000 toneladas, pero con una aceleración en los últimos meses. En 2025, el volumen acumulado en apenas ocho meses casi duplica ese registro, generando serias distorsiones en el mercado local. De todas maneras, el especialista remarcó que las importaciones «están aminorando».
Uno de los efectos más visibles es la presión sobre los precios. La paleta mostró un aumento del 18%, mientras que el pechito apenas subió un 14%, arrastrado por la entrada de grandes volúmenes de pechito congelado que tiraron las cotizaciones hacia abajo. La bondiola continúa siendo el corte más importado, aunque desde febrero se sumaron el carré con hueso y el pechito con hueso, categorías que antes no tenían peso en las compras externas.
“El impacto de las importaciones es claro: deprimieron los precios de algunos cortes y golpearon a los intermediarios. Los frigoríficos, faenadores y matarifes quedaron atrapados entre el aumento del precio del cerdo en pie y un consumo interno que no convalida subas en las carnicerías”, explicó Uccelli.
En paralelo, el mercado doméstico muestra debilidad. El precio del cerdo en pie recién en agosto logró salir de ocho meses de letargo y acumula una suba del 10,5% en lo que va del año, muy por debajo de la inflación y de la carne vacuna. Al mismo tiempo, los costos de producción crecieron un 27%, achicando los márgenes brutos de más del 30% a menos del 20%.
A pesar de este contexto, el consumo interno se mantiene firme y la exportación empezó a mostrar signos de recuperación: entre enero y julio se embarcaron 6.639 toneladas, un 7% menos que en 2024, aunque con mayor participación relativa dentro del total producido.
“La carne fresca sigue sosteniendo al negocio, pero la avalancha de importaciones es un tema central que debe ser atendido. El riesgo es que el eslabón medio de la cadena quede en una situación insostenible”, advirtió el especialista.
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