La primera derrota electoral del Gobierno Nacional en Santa Fe y la jugada política de Kicillof para evitar internas en Buenos Aires marcan el inicio de un calendario electoral fragmentado y de final incierto.
Para hablar sobre este tema, Canal E se comunicó con el politólogo, Gustavo Damián González, quien comentó que el oficialismo provincial ganó por 20 puntos, pero “Maximiliano Pullaro obtuvo solo el 34,6% de los votos”. Y agregó: “Fue una elección con baja participación, menos del 60% del electorado”.
El dato sobresaliente fue el uso exitoso de la boleta única: “Cero colas, fácil de votar, los santafesinos están muy contentos con ese sistema”. A pesar del triunfo del gobernador Pullaro y su alianza con radicales, socialistas y el PRO, González advirtió que “es un triunfo, pero con un pequeño sabor a poco”.
Otro hecho llamativo fue el desempeño dispar de La Libertad Avanza: “En Rosario ganaron, lo que sorprendió a muchos, incluso al socialismo gobernante”. Sin embargo, en el resto de la provincia, el candidato libertario apenas superó el 14%.
“24 juegos distintos”: la lógica atomizada del año electoral
Para González, no es válido extrapolar estos resultados al plano nacional: “Vamos a ser protagonistas de 24 juegos distintos. Cada provincia tiene una lógica propia y alianzas diferentes”.
“El oficialismo santafesino es una coalición que no se repite en ninguna otra provincia”, sostuvo. Este análisis refuerza la idea de que el escenario nacional será una suma de dinámicas locales fragmentadas, sin una tendencia uniforme.
Cristina y Kicillof: un acuerdo pragmático para evitar internas
González explicó que finalmente “primó la racionalidad” en el vínculo entre Cristina Fernández y Axel Kicillof: “Se envió un mensaje claro: hay que acompañar al gobernador”. El pacto incluye la eliminación de las PASO y elecciones seccionales desdobladas en Buenos Aires.
“La elección no será provincial, sino seccional, dividida en ocho secciones electorales”, explicó. Mientras que la primera, tercera y octava sección son bastiones peronistas, “el interior bonaerense es terreno fértil para el radicalismo y el PRO”.
Una jugada osada con riesgos reales
“La elección desdoblada es una jugada muy osada de Kicillof”, advirtió González. Si el no peronismo (PRO, radicales y libertarios) se unifica en el interior, “la elección se le puede complicar seriamente al gobernador”.
Según detalló, “la tercera sección electoral, donde Cristina Fernández se haría fuerte, tiene 1,3 millones de electores”, pero cuenta con casi los mismos diputados provinciales que “la cuarta sección, que tiene solo 340 mil habitantes”. Esto revela desequilibrios en la representación y abre un nuevo frente de disputa.
El rol decisivo de los intendentes bonaerenses
Ante un electorado desinformado, los intendentes ganan protagonismo: “No te sorprenda ver candidaturas testimoniales. Van a poner toda la carne al asador para mantener el control de sus concejos deliberantes”, dijo González.
“La gente no sabe bien qué vota en estas elecciones”, mencionó. En una elección tan desdibujada, “la estrategia electoral puede ser inmoral, pero efectiva”, agregó.