Superman para mí es algo que siempre estuvo cerca, Me ofrecieron hacer Superman como director en 2018. No me animé. Quería hacerlo, pero no tenía que contar. Hace algunos años me lo ofrecieron otra vez, antes de ser el copresidente y codirector ejecutivo de DC Studios de DC Studios, ahí dije que sí. Ahora tenía una historia que contar”, dice James Gunn, probablemente la persona que más películas de superhéroe dirigió en la historia del cine y hoy junto a Peter Safran responsable del destino en la pantalla grande y chica de personajes como Batman, Woman Woman y, por supuesto, Superman. Superman acaba de volver al cine. De cero. Gunn, director de la saga Guardianes de la galaxia, Super y El escuadrón suicida, confiesa: “Lo que pasó es que me sentí más cómodo con lo que Superman puede ser y lo que es realmente para mí. Sabía que sería la película más difícil de mi vida, un viaje largo, y con mucha gente mirando. Mucha gente piensa que Superman es un personaje fuera de época, y esta época ayuda poco y nada a que la nobleza no se sienta como algo del pasado. Hay una idea del personaje como algo simple, vainilla, fácil de burlar, sin sabor, y para mí alguien que representa la bondad humana, como elección, es un personaje necesario hoy. Es algo que necesitamos mucho”.
—Más allá de los efectos tradicionales, has usado cables para que vuele Superman, como en los films clásicos del personaje. ¿Por qué esa decisión?
—La gente con la que suelo trabajar tiene un talento enorme, y generó un gran avance a la hora de realizar determinados tipos de planos. En ese sentido, hay ciertas tomas que pueden verse en mis películas que se generan gracias a determinadas tipo de cámara. Especialmente desde El escuadrón suicida. Acá lo usamos otra vez y acá se suma el factor del vuelo, del recorrer el aire. Esa era la pregunta: ¿cómo lo hacemos volar para que no aburra? Colgamos a nuestro cámara de cables, y tenemos, por ejemplo, dos personajes peleando desafiando la gravedad: eran tomas imposibles. Las primeras tomas nos ocuparon muchísimo tiempo. Pero creo generamos una forma de recorrer el aire que se siente, a mi entender, bastante nueva.
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—Has hablado de fuentes para este film: los films originales de Superman, cómics como “All Star Superman”, que revisitan el mito entero desde cierta modernidad y amor por el personaje, ¿eso es lo que querés hacer con el universo DC ahora en el cine?
—Es mi idea para está película, no para todo el universo DC que se viene. Fui a ver el Superman de Richar Donner cuando era niño. Esta es una película para niños, no para niños pequeños, pero para que vayan las familias. Es una película para todo el mundo. La idea es generar una película enamorada del cine. Del cine como un lugar de descubrimiento, donde enamorarte del amor entre dos personajes, donde ver gente que pertenece en la pantalla grande como David Corensweet y Rachel Brosnahan. Pero los shows que se vienen son diferentes: Peacemaker sigue siendo no apto para menores, Lanters, que se está grabando, es un show que no es para niños y Supergirl sí es una película para toda la familia. DC tendrá muchos proyectos, quería crear la misma variedad que los cómics desde el vamos: ya hemos visto muchos superhéroes, quiero darle la posibilidad a voces nuevas de contar y como en el universo de los cómics a veces eso personajes se cruzan. Pero por ahora es el momento de historias nuevas con personajes invencibles.
—Hablabas de los films de los años 70, cuyo famoso lema era “Vas a creer que el hombre puede volar”… habiendo visto de todo en el universo de los superheróes, desde 45 personajes juntos en pantalla hasta aquel comienzo… ¿qué querés lograr con tu Superman?
—Que la gente crea que un perro puede volar. ¿Quiero que crean que un hombre puede volvar? Sin dudas. Quiero que crean en eso, en ese momento, en las fascinación que eso debería crear cada vez que lo ven. Pero más allá de los visual y los efectos, que son magia, quiero que crean que Superman existe más allá de un personaje que vuela por ahí sino como personaje que hace gráfica como hay en este mundo, en este momento, mucha gente que hace el bien, que son Superman en lo que hacen, en su entrega, en su amor por lo humano, en la nobleza. La maldad es tan torpe y gritona en esta era donde la Internet ha creado este tipo de cultura donde quejarse es cool, es un vicio, donde las protestas justas pesan lo mismo que aquellas que no nos gustan, y donde ser rápido es más importante que creer en la cultura, que contar, que informarse. Todo es grito. Superman muestra lo bueno de nosotros, anula la burla, anula el dedo acusador. Eso quería mostrar que Superman es bueno porque representa lo mejor de nosotros, algo que vive en nosotros y que en este momento el mundo ha decidido olvidar.
—¿Cómo aplica tu pasión por la música popular, desde punk hasta clásicos del rock, al universo de Superman?
—La música es muy importante para mí. Eso lo he dejado en claro. Películas mías como Guardianes de la galaxia se definían por sus canciones, por su playlist. Superman tiene algo de eso, pero era otro el camino que quería recorrer. Quería saludar a la banda de sonido de John Williams, es una mezcla de lo viejo y de lo nuevo, algo similar a lo que hace la películas. Acá la idea, el mapa, lo genera All-Star Superman, una historieta icónica de Superman: se trata de descubrir quién es Superman, quien es Lois Lane, como íconos y como personajes 2D con capacidad de tocar la historia de los relatos en la humanidad. Luthor y su maldad, vínculada la ciencia. Un mundo con perros que vuelan, con otros superhéroes: quería un Superman más cercano a la historieta.
—Has trabajado mucho el universo de los superhéroes, incluso en una película llamada “Super”, que cuenta cómo alguien sin poderes en un mundo sin superhéroes quiere ser un vigilante, sin entender mucho del mundo. ¿Hay algo de esa película en “Superman”?
—El personaje de ese film al final del mismo, en una situación violenta, dice algo que creo resuena: “No haces esto: no lastimas a la gente, no robas, no haces daño a otros”. De una retorcida, él cree en eso, en no lastimar a los demás. Superman en ese sentido se le parece. Superman cree en la continuidad de la moralidad absoluta. Clark Kent también.
—Hablás de los valores que representa Superman, de tolerancia y cariño por los demás, sin importar nada. En un momento donde hay protestas en Estados Unidos, asociadas en parte a las deportaciones de inmigrantes por parte de ICE, ¿la historia de alguien que busca refugio en la humanidad para cuidarla es algo que hoy resuena más que cuando la filmaste?
—Creo que siempre es relevante. Incluso cuando la hacía, antes de filmarla, hicimos una gran comida entre los actores y los productores. Hablábamos de cómo queríamos hacer una película, una película colosal, un gran film, que fuera un parámetro de esperanza, de humanidad básica, de esperanza. Eso siempre importa. En los últimos diez años hay una degradación enorme de la empatía y la compasión se ve como un rasgo débil. Con esperanza, está película genere todo lo contrario de esa sensación. Superman es el antídoto al odio actual. Ojalá el film genere eso que Superman ha sabido ser en todas las décadas de su historia.